7:1 Después de esto, andaba Jesús por Galilea. No quería andar por Judea, porque los judíos le buscaban para matarlo.
7:2 Estaba próxima la fiesta de los Tabernáculos de los judíos.
7:3 Por tanto, le dijeron sus hermanos: --Sal de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.
7:4 Porque nadie que procura darse a conocer hace algo en oculto. Puesto que haces estas cosas, manifiéstate al mundo.
7:5 Pues ni aun sus hermanos creían en él.
7:6 Entonces Jesús les dijo: --Mi tiempo no ha llegado todavía, pero vuestro tiempo siempre está a la mano.
7:7 El mundo no puede aborreceros a vosotros; pero a mí me aborrece porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.
7:8 Subid vosotros a la fiesta. Yo no subo todavía a esta fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido.
7:9 Habiendo dicho esto, él se quedó en Galilea.
7:10 Pero cuando sus hermanos habían subido a la fiesta, entonces él también subió, no abiertamente sino en secreto.
7:11 Los judíos le buscaban en la fiesta y decían: --¿Dónde está aquél?
7:12 Había una gran murmuración acerca de él entre las multitudes. Unos decían: "Es bueno." Pero otros decían: "No, sino que engaña a la gente."
7:13 Sin embargo, nadie hablaba abiertamente de él, por miedo de los judíos.
7:14 Cuando ya había pasado la mitad de la fiesta, subió Jesús al templo y enseñaba.
7:15 Entonces los judíos se asombraban diciendo: --¿Cómo sabe éste de letras, sin haber estudiado?
7:16 Por tanto, Jesús les respondió y dijo: --Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.
7:17 Si alguien quiere hacer su voluntad, conocerá si mi doctrina proviene de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta.
7:18 El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y en él no hay injusticia.
7:19 ¿No os dio Moisés la Ley? Y ninguno de vosotros la cumple. ¿Por qué buscáis matarme?
7:20 La multitud respondió: --Demonio tienes. ¿Quién busca matarte?
7:21 Jesús respondió y les dijo: --Una sola obra hice, y todos os asombráis.
7:22 Por esto Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres), y en sábado circuncidáis al hombre.
7:23 Si el hombre recibe la circuncisión en sábado a fin de que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en sábado sané a un hombre por completo?
7:24 No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
7:25 Decían entonces algunos de Jerusalén: --¿No es éste a quien buscan para matarle?
7:26 ¡He aquí, habla públicamente, y no le dicen nada! ¿Será que los principales realmente han reconocido que él es el Cristo?
7:27 Pero éste, sabemos de dónde es; pero cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.
7:28 Entonces Jesús alzó la voz en el templo, enseñando y diciendo: --A mí me conocéis y sabéis de dónde soy. Y yo no he venido por mí mismo; más bien, el que me envió, a quien vosotros no conocéis, es verdadero.
7:29 Yo le conozco, porque de él provengo, y él me envió.
7:30 Entonces procuraban prenderle, pero nadie puso su mano sobre él, porque todavía no había llegado su hora.
7:31 Muchos del pueblo creyeron en él y decían: "Cuando venga el Cristo, ¿hará más señales que las que hizo éste?"
7:32 Los fariseos oyeron que la multitud murmuraba estas cosas acerca de él, y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron guardias para tomarlo preso.
7:33 Entonces dijo Jesús: --Todavía estaré con vosotros un poco de tiempo; luego iré al que me envió.
7:34 Me buscaréis y no me hallaréis, y a donde yo estaré vosotros no podréis ir.
7:35 Entonces los judíos se decían entre sí: --¿A dónde se ha de ir éste, que nosotros no le hallemos? ¿Acaso ha de ir a la dispersión entre los griegos para enseñar a los griegos?
7:36 ¿Qué significa este dicho que dijo: "Me buscaréis y no me hallaréis, y no podréis ir a donde yo estaré"?
7:37 Pero en el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso de pie y alzó la voz diciendo: --Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su interior.
7:39 Esto dijo acerca del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él, pues todavía no había sido dado el Espíritu, porque Jesús aún no había sido glorificado.
7:40 Entonces, cuando algunos de la multitud oyeron estas palabras, decían: "¡Verdaderamente, éste es el profeta!"
7:41 Otros decían: "Éste es el Cristo." Pero otros decían: "¿De Galilea habrá de venir el Cristo?
7:42 ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de la aldea de Belén, de donde era David?"
7:43 Así que había disensión entre la gente por causa de él.
7:44 Algunos de ellos querían tomarlo preso, pero ninguno le echó mano.
7:45 Luego los guardias regresaron a los principales sacerdotes y a los fariseos, y ellos les dijeron: --¿Por qué no le trajisteis?
7:46 Los guardias respondieron: --¡Nunca habló hombre alguno así!
7:47 Entonces los fariseos les respondieron: --¿Será posible que vosotros también hayáis sido engañados?
7:48 ¿Habrá creído en él alguno de los principales o de los fariseos?
7:49 Pero esta gente que no conoce la ley es maldita.
7:50 Nicodemo, el que fue a Jesús al principio y que era uno de ellos, les dijo:
7:51 --¿Juzga nuestra ley a un hombre si primero no se le oye y se entiende qué hace?
7:52 Le respondieron y dijeron: --¿Eres tú también de Galilea? Escudriña y ve que de Galilea no se levanta ningún profeta.
7:53 Y se fue cada uno a su casa.
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